Los estudios realizados tanto en humanos
como en animales indican que la presión intensa calma y reduce el despertar del
sistema nervioso. Takagi y Kobagas (1956) afirman que la presión aplicada a
ambos lados del cuerpo de una persona contribuye a disminuir la tasa metabólica,
el pulso, y el tono muscular. Oprimiendo suavemente la piel de un conejo con
sujetadores acolchados se crea una lectura del EEG desactivada, tono muscular
relajado y somnolencia (Kumazawa 1963). La presión suave aplicada a ambos lados
de un cerdo en forma de V acolchada
inducirá al sueño y la relajación (Grandin et al. 1989). Friccionando y
oprimiendo suavemente las garras de un gato decrecerá la actividad tónica en el
núcleo de la columna dorsal y en la corteza somatosensorial (parte del cerebro
que recibe la sensación táctil) (Melzack et al. 1969).
Texto
original:
My Experiences with Visual
Thinking Sensory Problems and
Communication Difficulties, by Temple Grandin, Ph.D.
Assistant Professor,Colorado
State University .
Fort
Collins, Colorado 80523, USA (Updated June 2000)
Assistant Professor,
Traducido por: Dra.
Ana María Liberali.
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