Ella explicó que si escuchaba la
entonación de la conversación, ella no podía oír las palabras. Sólo puede
atender un aspecto por vez. Si ella está concentrada en mirar a los ojos a
alguien, ella no los puede escuchar. Otra gente con autismo ha explicado que
tenían dificultades para determinar qué lengua era usada en la comunicación.
Kins, un hombre con autismo, también explicó que si alguien lo miraba a los
ojos: “Mi mente se ponía en blanco y se detenían mis pensamientos; era como un estado
crepuscular.” Cesaroni y Garber (1991) también describen confusión y mezcla de
canales sensoriales. Jim, un hombre con autismo explicó: “A veces los canales
se vuelven confusos, como si los sonidos se convirtieran en colores.” Él
también dijo que al tocar la parte inferior de su cara le causaba una sensación
de sonido. Donna contó que a veces tiene dificultades para determinar los
límites de su cuerpo. Terréese Joliffe, una mujer autista, explicó que le era
más fácil aprender a través del tacto porque era el sentido que tenía más
desarrollado (Joliffe et al. 1992). Donna me contó que el tratamiento de
integración sensorial, consistente en frotar su piel con cepillos, la ayudaba.
Aunque a ella no le agradaba la textura de los cepillos, dijo que ayudaba a los
diferentes sistemas sensoriales a trabajar juntos y a hacerlo más
integradamente. Su proceso sensorial también se normalizaba cuando ella se
relajaba y se concentraba en un solo canal sensorial. Donna puede estar a mitad
de camino entre el Tipo Kanner/Asperger y el Tipo Epiléptico/Regresivo.
Texto
original:
My Experiences with Visual
Thinking Sensory Problems and
Communication Difficulties, by Temple Grandin, Ph.D.
Assistant Professor,
Traducido por: Dra.
Ana María Liberali.
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