domingo, 7 de julio de 2013

Experiencias Táctiles

Por Temple Grandin


Durante mis viajes a muchas conferencias sobre autismo, varios padres me han consultado sobre si es beneficiosa la terapia de “sujeción o abrazo”. No es la “cura” lo que se propone, pero tiene una influencia benéfica en algunos niños. En mi opinión, los beneficios de una terapia de sujeción podrían obtenerse a través de métodos menos estresantes. Yo me relajaba cuando veía en el show de la BBC “La Visita”, y me ponía contenta si no tenía que soportar la sujeción forzada. Fisher (1989) describe un suave acercamiento a la sujeción que trabajó con su hija.
Otra madre me dijo que ella gentilmente alentaba a su chico hasta que tolerara más y más sujeción, y él respondía con creciente afecto y mejoraba el contacto visual. Powers y Thorworth (1985) encontraron que el contacto visual y el interés por la gente mejoraba después de usar un proceder amable. En un caso, un joven muchacho fue sujetado en un suave abrazo hasta que el llanto disminuyera. Tan pronto como el llanto se reducía, el muchacho era soltado. Gradualmente, la cantidad de tiempo de sujeción era incrementada. Yo creo que los efectos benéficos del abrazo en algunos chicos se deben a la desensibilización al tacto del sistema nervioso del autista. Es un proceso sensorial fisiológico que no tiene nada que ver con los lazos maternos o iras. Yo estoy completamente en desacuerdo con Welch (1983) quien afirma que el chico va a volverse severamente desgraciado al hacerse efectiva la sujeción. Los problemas sensoriales del autismo son, a menudo, poco notorios. Mucha gente autista tiene alta sensibilidad a ambos: sonido y tacto. Los chicos autistas tienen problemas de modulación sensorial (Ornitz; 1985).



Texto original tomado de www.autism.org
My Experiences with Visual Thinking Sensory Problems and Communication Difficulties, by Temple Grandin, Ph.D.
Assistant Professor, Colorado State University. Fort Collins, Colorado 80523, USA (Updated June 2000)
Traducido por: Lic. Ana María Liberali.