domingo, 24 de abril de 2016

Problemas Táctiles Autísticos

por Temple Grandin
 
 Yo me escapaba cuando la gente trataba de abrazarme porque ser tocada me enviaba una abrumadora onda de estimulación a través de mi cuerpo. Yo quería sentir el sentimiento confortable de ser abrazada, pero sin embargo, cuando alguien me sujetaba, el efecto de mi sistema nervioso era abrumador. Era un escape a la situación de proximidad, sensorialmente la estimulación hacía que tratara de evitarla, no ira o miedo como sugieren Richer y Zappella (1989). Un hombre autista, entrevistado por Cesaroni y Garber, dijo que lo tocaran no era doloroso, pero sí abrumador y confuso.
Pequeñas picazones y rasguños que la mayoría de la gente ignora, eran una tortura. El roce de las faldas era como papel de lija rozando mi piel descarnada. El lavado del pelo también era tremendo. Cuando mi madre fregaba mi pelo, mi cuero cabelludo se lastimaba. También tenía problemas con la adaptación a nuevos tipos de ropas. Me llevaba varios días parar de sentir un nuevo tipo de ropas en mi cuerpo, a lo que cualquier persona normal se adapta al cambio de pantalones a un vestido en cinco minutos. Las prendas interiores nuevas me causan un gran disconfort y tengo que lavarlas antes de poder usarlas. Mucha gente con autismo prefiere el suave algodón sobre la piel. También me gustan los pantalones largos porque me desagrada sentir las piernas tocándose una con otra.
 
 

Texto original:          
My Experiences with Visual Thinking Sensory Problems and Communication Difficulties, by Temple Grandin, Ph.D.
Assistant Professor, Colorado State University.
Fort Collins, Colorado 80523, USA (Updated June 2000)
Traducido por: Lic. Ana María Liberali.