lunes, 16 de noviembre de 2015

¿PORQUÉ NOS TAPAMOS LOS OIDOS ALGUNAS PERSONAS CON AUTISMO?

 
 Hay ciertos sonidos que no te das cuenta, pero que nos molestan bastante. El problema es que tú no e...ntiendes cómo los sonidos nos afectan. No es el hecho de que el ruido nos de nervios. Tiene más que ver con el temor de que si seguimos escuchando, perdemos todo sentido de donde estamos. En esos momentos, sentimos como que el suelo tiembla, como si todo lo que nos rodea viene hacia nosotros, y eso es muy aterrador. Así que para nosotros, taparnos las orejas es una manera de proteger y recuperar nuestra conciencia de donde estamos.
Los ruidos que molestan a una persona con autismo varían según la persona. No sé cómo podríamos superarlo si no pudiéramos taparnos los oidos. Yo lo hago de vez en cuando, pero ha aprendido a acostumbrarse al ruido presionando las manos sobre las orejas cada vez con menos fuerza.
Creo que algunos pueden superar el problema acostumbrándose poco a poco a estos ruidos. Lo que realmente importa es que necesitamos sentirnos seguros cuando somos "atacados" por estos sonidos y el taparnos los oídos nos da seguridad y protección.
Fuente: Libro: "La razón por la que salto" de Naoki Higashida
Traducido por ASPAU.
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Naoki Higashida nació en Kimitsu, Japón en 1992. Se le diagnosticó autismo en 1998 y se graduó en 2011. Es autor de varios libros y mantiene un blog en el que escribe con regularidad. A pesar de su dificultad para comunicarse, ha conseguido dar charlas sobre autismo en Japón con el propósito de hacer esta condición más presente y reconocible en la sociedad. Naoki escribió La razón por la que salto cuando tenía 13 años. David Mitchell es autor de la reconocida novela El atlas de las nubes, que fue finalista del Man Booker Prize y ganadora de los British Book Awards Best Literary Fiction y South Bank Show Literature Prize. En 2003, fue seleccionado entre los mejores autores jóvenes de la revista Granta. Vive en Irlanda con su esposa y su hija

domingo, 25 de octubre de 2015

PERSONAJE CON AUTISMO EN PLAZA SÉSAMO

Bienvenido!
Esperamos que pronto haya versión en español!
Julia es parte de un nuevo programa por internet que surge de la famosa serie infantil; el personaje busca educar a los niños en el conocimiento de sus…
cnnespanol.cnn.com

domingo, 26 de julio de 2015

Los pesticidas y el autismo: nuevas evidencias


Solamente cuatro de los productos que se utilizan para el control de plagas en agricultura contienen 48 sustancias neurotóxicas que pueden interferir en el desarrollo cerebral de los bebés en gestación, actuando como disparadores del autismo y de otros trastornos. La exposición a ellos en un radio de hasta 1,5 km. incrementa en un 60% las posibilidades de sufrir algún TGD.
 

Introducción

Cada año se gastan cientos de miles de millones de dólares en tratamientos que buscan mejorar la perfomance de las personas con Autismo.

En ese sentido, solamente en los EE.UU. las ventas de antipsicóticos rondan los 20.000 millones de dólares y las terapias alternativas, es decir, aquellas que se basan en complejos vitamínicos, dietas especiales, quelantes y una larga lista de ectéteras, facturan aproximadamente 5.000 millones de dólares.

A ello deben sumarse otras prácticas de orden psicológico, educativo, terapias de apoyo y muchas otras de difícil cuantificación que incrementan notablemente las cifras. ¿Serán otros 5.000, 7.000 o 10.000 millones más?

En todo caso, nos hallamos con que la búsqueda de la mejora en la condición de estas personas implica que la sociedad norteamericana invierte más de 30.000 millones de dólares en las personas con Autismo cada año. Y es solamente un país, quizás el que más gasta en cuestiones de salud, pero hay casi 200 en el mundo. Aunque, obviamente, los demás no dispongan de sumas de dinero similares a las del estadounidense promedio, los recursos económicos dedicados resultan impresionantes.

Pese a que se multiplican las investigaciones, cómo y por qué se produce continúan constituyendo fenómenos sin una explicación que logre aceptación universal.

A su vez, la expansión de los casos de Autismo sin la posibilidad de que exista un contagio al estilo de las enfermedades infectocontagiosas es un enigma que dispara distintas teorías que intentan explicar cómo es que en la última década el número de afectados creció un 78%, dato que llevó a la ONU a declarar el 2 de abril como Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo para poner de relieve la necesidad de ayudar a mejorar las condiciones de vida de quienes sufren este trastorno.


Algunas teorías epidemiológicas

Hace más de un siglo que se conocen los Trastornos del Espectro Autista, y más de setenta años de que se aceptara su clasificación médica, por lo cual su existencia es innegable.
Existen muchas teorías que intentan dar cuenta de cuál es la causa de la propagación exponencial del Autismo.

Por un lado, la mayor difusión que ha ido logrando con el paso del tiempo es un dato a tener en cuenta, puesto que ello facilita el diagnóstico y consiguió que su sintomatología fuera ampliamente conocida, no solamente entre los profesionales de la salud, sino que resuena en los más diversos ámbitos.

Por otro, la utilización de criterios más laxos para su determinación es otro factor que seguramente incide en la profusión casuística, vaya esto de la mano de políticas de comercialización por lobby de los laboratorios de especialidades medicinales o se deba a la inclusión de patologías que recibían un diagnóstico diferente o directamente no merecían prescripción alguna y que en la actualidad muchos consideran dentro del Autismo.
También es necesario considerar el contagio social, esto es, si bien esta condición no es transmisible de persona a persona, su mayor presencia en el imaginario social podría inducir, asimismo, un aumento de casos, sobre todo aquellos que se encuentran en los límites y que son siempre los de más difícil diagnóstico.

Otro aspecto a ponderar resulta del cambio de costumbres y la aceleración de la forma de vida en los últimos tiempos, sobre todo en las grandes ciudades. Ello lleva a un mayor aislamiento de los niños (más tiempo frente a diversos aparatos y menos contacto con pares), a nuevas formas de relaciones sociales y familiares que restan tiempo para compartir, más relaciones virtuales que reales, etc.

Por fin, sin pretender agotar las muchísimas teorías que intentan dar cuenta del porqué del dramático incremento de casos de TEA, se hallan las que se reputan como causas ambientales.
Desde hace algunas décadas se viene advirtiendo desde múltiples foros (desde particulares, pasando por asociaciones preocupadas por la temática hasta conferencias internacionales a nivel gubernamental) que la propia acción del hombre ha tenido una incidencia terriblemente negativa sobre su hábitat, lo que ha progresado geométricamente desde la Revolución Industrial hasta nuestros días, pese a los intentos por mitigar los efectos perjudiciales de la actividad humana a través de convenios internacionales que raramente se cumplen.

La liberación de distintos contaminantes en el aire, en el agua y sobre la tierra; los basurales a cielo abierto; la emisión de gases nocivos en la atmósfera, tanto de automotores como del producto de procesos industriales; la deforestación indiscriminada; la polución de las napas acuáticas con desechos; la contaminación sonora y tantas otras formas de agredir a la naturaleza y al propio ser humano se sabe que son fuentes de morbilidad.

Entre estos factores que degradan se hallan los pesticidas.

Un estudio reciente, que viene en línea con algunos previos en el mismo sentido, da cuenta de que muchos de los pesticidas que se utilizan en la agricultura moderna podrían estar contribuyendo a la expansión del Autismo.


El cerebro

El cerebro humano posee una complejidad tal que, si bien se comprende a grandes rasgos su funcionamiento, continúa siendo una fuente de sorpresas y de investigación, pese a que la tarea de develar sus misterios lleva siglos de pesquisas.

Conformado por billones de células, de las cuales alrededor de100.000 millones son neuronas de distintas formas, que cumplen diversas funciones y se intercomunican a través de una red de casi 100.000 trillones de conexiones, regula todas nuestras actividades, volitivas o no. El intento por compararlo con una computadora, aun la más avanzada, es una pobre metáfora que apenas roza la superficie.

Neurotransmisores (biomoléculas que transmiten información de una neurona a otra próxima), enzimas, hormonas y muchos otras sustancias intervienen para dar equilibrio al sistema y disparar las funciones necesarias para cada tarea entre la enorme cantidad en las que interviene el cerebro, desde las más simples hasta las más complejas (el pensamiento, las emociones, el habla, etc.).

Por otro lado, el cerebro es vulnerable a distintos factores que pueden comprometer su normal funcionamiento, mucho más en sus etapas de desarrollo, cuando es más susceptible a sufrir daños o descompensaciones.

Se sabe desde hace tiempo que, además de infecciones, golpes, problemas genéticos y otros, hay sustancias capaces de desbalancearlo.


La investigación

Un grupo de científicos de la Universidad de California, sede Davis, se preguntó acerca del por qué el dramático incremento de casos de Autismo y de trastornos del desarrollo en las últimas tres décadas.

Conscientes de que si los TGD tienen una base genética, los cambios en este sentido no se producen en intervalos tan cortos de tiempo, comenzaron a buscar otras variables que dieran cuenta de este fenómeno.

A su vez, llamó su atención la diferencia de distribución geográfica en el propio territorio de los EE.UU., que uno de los más altos índices se ubicara precisamente en el Estado donde tiene sus sedes la Universidad y el aumento notable de casos reportados entre 1990 (205) y 2006 (más de 3.000), así como que los registros de California indicaran que hacia 1990 6,2 de cada 10.000 niños de 5 años habían sido diagnosticados con Autismo y que apenas dieciséis años más tarde la tasa había subido al 42,5 y que, lejos de estacionarse o disminuir, continuaba creciendo.
Explican los autores que si bien los criterios más laxos de diagnóstico, la mayor atención que se le brinda a este trastorno y otras explicaciones pueden dar cuenta de una parte del acrecimiento, no logran justificarlo plenamente.

Tomando como base algunos trabajos previos sobre los factores ambientales relacionados con la polución, descubrieron que, salvo en las grandes ciudades o en los centros industriales, tampoco la contaminación ambiental, desde esa perspectiva, terminaba por cerrar la explicación de la tendencia ascendente.

Entonces, teniendo en cuenta de que más allá de Los Ángeles, San Francisco y otras grandes ciudades, el Estado de California se caracteriza por la actividad agropecuaria (es el más importante en ese sentido, con un producto anual de 38.000 millones de dólares), y que se utilizan cada año alrededor de 91 millones de kilos de pesticidas, centraron su estudio, denominado “Neurodevelopmental Disorders and Prenatal Residential Proximity to Agricultural Pesticides: The CHARGE Study” (“Desórdenes del neurodesarrollo y proximidad residencial prenatal a pesticidas agrícolas: el Estudio CHARGE”). CHARGE es por Childhood Autism Risks from Genetics and Environment, es decir, riesgos de Autismo en la niñez por genética y medio ambiente.

Los ocho investigadores que participaron pertenecen a distintos Departamentos de la Universidad (de Ciencias de la Salud Pública; de Medicina General; Epidemiología, Ciencias de la Salud Ambientales y Neurología e Investigaciones Médicas de Desórdenes del Neurodesarrollo).

La premisa de la que partieron es que, como ya se había aseverado en estudios previos, la exposición de las gestantes a diversos pesticidas utilizados en la agricultura puede inducir neurotoxicidad durante el desarrollo humano, asociada a retrasos en el desarrollo y a Autismo.

Lo que se trató de cuantificar fue cuánto incidía la distancia respecto del incremento de casos.
Para ello tomaron 970 participantes embarazadas, cuyos lugares de residencia cruzaron con el registro de utilización de pesticidas del Estado (en California es obligatorio asentar en un listado público su uso) durante el período 1997-2008, a lo que agregaron las cantidades de los productos basados en organofosfatos, organoclorados, piretroides y carbomatos consumidos en una distancia de los hogares de 1,25, 1,50 y 1,75 km.

Un aspecto a destacar es que la utilización de pesticidas, aunque mayormente se aplica a la actividad agrícola, también comprende otros ámbitos, como plazas públicas, jardines, fumigaciones urbanas, campos de golf, campos de deportes, parques privados, el espacio circundante a las vías de los ferrocarriles, cementerios, etc.

Los autores afirman que la mayoría de los pesticidas que se venden en los EE.UU. (podríamos agregar que en el mundo) son neurotóxicos, inhibiendo la acetilcolinesterasa (enzima que sirve como neurotransmisor) y el ácido gamma-aminobutírico (otro neurotransmisor) y resultan disruptivos en la regulación del canal de sodio, lo que tiene consecuencias a distintos niveles, puesto que estas tres sustancias son vitales para cognición, aprendizaje, memoria y acción.

Las experiencias previas llevadas a cabo por otros investigadores han demostrado el efecto devastador de estos agroquímicos en animales de laboratorio.

Tras explicar detenidamente la metodología utilizada, este informe, publicado por el NationalInstitute of EnviromentalHealthSciencies, dependiente del NationalInstitutes of Health, la agencia médica de investigación de los EE.UU., llega a importantes conclusiones.
De los cuatro grupos de pesticidas señalados que comprendieron el estudio, se indicó que la exposición era particularmente peligrosa entre el segundo y el tercer trimestres de gestación.
Los compuestos tóxicos y capaces de incidir en la producción de Autismo y otros trastornos del desarrollo derivados de los cuatro grupos de pesticidas hallados suman nada menos que 48 y sus efectos máximos se producen hasta un radio de 1,5 km. de donde se aplican masivamente.

Si bien reconoce que los resultados no pueden extrapolarse al resto de los EE.UU. y mucho menos al mundo, Irva Hertz-Picciotto, una de las investigadoras, afirmó en una entrevista que “Si queremos detener el aumento de casos de Autismo en California, tenemos que continuar con los estudios y hacerlos lo más extensos posible”.

A su vez, comentando la exposición de esta investigación, el Dr. Bernard Weiss, profesor de Medicina Ambiental y de Pediatría del Centro Médico de la Universidad de Rochester, en New York, aseveró: “Se ha puesto un énfasis excesivo en la genética como causa. Los avances en genética molecular han tendido a oscurecer el principio de que los genes actúan en un entorno particular. Este artículo (por el que estamos comentando) restaurará el balance en nuestra forma de pensar”.

La conclusión final a la que arriban es que no hay mayores diferencias entre distintos tipos étnicos ni por niveles socioeconómicos para este estudio, aunque sugieren realizar otros más extensos para obtener resultados más conclusivos al respecto.

También, y lo más importante, resaltan que existe evidencia de que la exposición de mujeres embarazadas en medios agrícolas en un radio de hasta 1,5 km del lugar de utilización de estos pesticidas incrementa el riesgo de Autismo y de otros trastornos en un 60%.

 

Conclusiones

La investigación reseñada es un aporte más que demuestra que los intentos de atribuir el Autismo a un único factor o, al menos, a uno netamente predominante sobre los demás es un camino árido y que seguramente no aportará beneficio alguno a su esclarecimiento.
Que este trastorno tiene una causa genética tiene una aceptación generalizada, pero, si bien es posible que haya una transmisión hereditaria, no parece ser lo que lo explique.

Por otro lado, las mutaciones genéticas que abarcan gran cantidad de individuos, como ya se explicitó, no se producen en períodos tan cortos como un par de décadas. Sí aparece como factible que exista cierta propensión ya instalada que necesite de disparadores ambientales (los pesticidas, la polución), sociales (cambios de costumbres, sobreexposición a medios electrónicos, hábitos alimenticios) y personales (tramitación de circunstancias traumáticas).

Asimismo, es necesario que se multipliquen los estudios independientes (los financiados por los productores de pesticidas siempre concluyen en su inocuidad si se los utiliza bien) y otros que complementen los que ya existen y que envían señales de alerta.

Por ejemplo, tomando el estudio citado, habría que dilucidar qué ocurre más allá de 1,5 km, teniendo en cuenta que estas sustancias se depositan sobre la tierra y que las lluvias hacen que se percolen en las aguas subterráneas y que suelan llegar hasta los ríos, las lagunas y otras fuentes de las que se extraen las potables y de regadío, para no mencionar que los vientos suelen portarlas mucho más lejos, sobre todo en las fumigaciones aéreas. También qué ocurre con esas cuarenta y ocho sustancias tóxicas y otras de similar perjudicialidad que se depositan en el interior de los alimentos tratados con ellas, que seguramente alcanzan cantidades ínfimas, pero es necesario saber qué ocurre con su ingesta durante períodos extensos.

Por fin, debieran considerarse los múltiples factores de los que se sabe o se sospecha que pueden producir o inducir el Autismo e intentar elucidar si su combinación potencia este tipo de trastornos. A su vez, ello quizás pueda reportar una mejora en los tratamientos disponibles y orientarlos hacia una mayor efectividad.

Contra las mutaciones espontáneas nada diferente de lo que ya se hace podrá hacerse, pero, si como sugieren las distintas teorías que dan cuenta del incremento de casos, existen factores externos, debiéramos poner buena parte del esfuerzo en evitar lo evitable. El viejo refrán ya lo indica: “Más vale prevenir que curar”.

Ronaldo Pellegrini


 

Algunas fuentes:



Revista El Cisne - Publicación de interés para aquellas personas que de una u otra forma estén vinculadas con el tema de la discapacidad y para el público en gral.

Buenos Aires, Agosto 2014 – Año XXV – Nro. 288; pp.10-12.

 

ENDOSULFÁN Y AUTISMO


En una entrevista realizada al Dr. Ricardo Fernández, pediatra y encargado del área de Toxicología Pediátrica del Hospital Municipal de Córdoba y colaborador del Foro Ambiental Córdoba, el galeno expresó:

“Los agroquímicos están en demasiados lugares, y en diferentes organismos generan dosis acumulativas cuyos efectos no se ven en el momento en forma directa, sino que sólo se pueden analizar a largo plazo, haciendo un seguimiento epidemiológico sobre las tasas de autismo, cáncer o malformaciones. Es algo complejo, y en nuestro país esa información estadística es bastante pobre” (Barruti, 2013: 236-237).

  “Se podría decir que el endosulfán produce mayores tasas de chicos con autismo, si sus madres fueron expuestas al insecticida en el segundo trimestre de su embarazo” (Ricardo Fernández citado por Barruti, 2013: 238).

 
BARRUTI, Soledad (2013) “Mal Comidos”. Espejo de la Argentina. Planeta. Buenos Aires.

 

martes, 7 de julio de 2015

Una mujer autista explica cómo las películas de Disney han cambiado su vida



Sensacine © Sensacine Sensacine

Las películas de Disney y Pixar han significado mucho para varias generaciones de espectadores, pero para esta usuaria de Reddit quizás sea la parte más importante de su vida. Rei_Ayanami_00 ha contado su historia a través de esta red social y ha agradecido al equipo de la Casa de Mickey Mouse su gran trabajo, lo que no ha tardado en convertirse en viral.
"Soy autista y tengo muchos problemas para prosperar en este mundo. Luego está el Universo Disney, donde, de repente, puedo prosperar. De repente soy universalmente aceptada y entendida. Este equipo, que ni siquiera me conoce, parece entender mi comportamiento y excentricidades sin esfuerzo.
Son pacientes. Muestran una cortesía que nadie en el mundo real me ha mostrado".Rei_Ayanami_00 continúa diciendo: "...La forma en la que Disney te permite ser otra persona. No tienes que ser una mujer autista que lucha en la vida, que no tiene trabajo o un futuro viable, que a menudo es vista como una carga o molestia. Puedes ser una princesa. Puedes ser un guerrero. Un astronauta. Un viajero en el tiempo. Un explorador. El universo Disney me deja ser lo que quiera cuando no quiero ser yo misma".

domingo, 25 de enero de 2015

INTERÉS NACIONAL TEA

SALUD PÚBLICA
Ley 27.043
Declárase de Interés Nacional el abordaje integral e interdisciplinario de las personas que presentan Trastornos del Espectro Autista (TEA). Sancionada: Noviembre 19 de 2014 Promulgada de Hecho: Diciembre 15 de 2014

El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina reunidos en Congreso, etc. sancionan con fuerza de Ley:
ARTÍCULO 1° — Declárase de interés nacional el abordaje integral e interdisciplinario de las personas que presentan Trastornos del Espectro Autista (TEA); la investigación clínica y epidemiológica en la materia, así como también la formación profesional en su pesquisa, detección temprana, diagnóstico y tratamiento; su difusión y el acceso a las prestaciones.
ARTÍCULO 2° — La autoridad de aplicación que determine el Poder Ejecutivo nacional tendrá a su cargo las siguientes acciones, sin perjuicio de aquellas que fije la reglamentación: a) Entender en todo lo referente a la investigación, docencia, pesquisa, detección temprana, diagnóstico y tratamiento de los Trastornos del Espectro Autista (TEA), tomando como premisa la necesidad de un abordaje integral e interdisciplinario; b) Coordinar con las autoridades sanitarias y educativas de las provincias que adhieran a la presente y, en su caso, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, campañas de concientización sobre los Trastornos del Espectro Autista (TEA); c) Establecer los procedimientos de pesquisa, detección temprana y diagnóstico de los Trastornos del Espectro Autista (TEA) acorde al avance de la ciencia y tecnología; d) Planificar la formación del recurso humano en las prácticas de pesquisa, detección temprana, diagnóstico y tratamiento; e) Determinar las prestaciones necesarias para el abordaje integral e interdisciplinario en las personas que presentan Trastornos del Espectro Autista (TEA), que se actualizarán toda vez que el avance de la ciencia lo amerite; f) Realizar estudios epidemiológicos con el objetivo de conocer la prevalencia de los Trastornos del Espectro Autista (TEA) en las diferentes regiones y provincias; g) Realizar estudios estadísticos que abarquen a todo el país con el fin de evaluar el impacto de la aplicación de la presente ley; h) Impulsar, a través del Consejo Federal de Salud, la implementación progresiva y uniforme en las diferentes jurisdicciones de un abordaje integral e interdisciplinario de los Trastornos del Espectro Autista (TEA) acorde a lo establecido en la presente, mediante los efectores de salud pública; i) Establecer, a través del Programa Nacional de Garantía de Calidad de la Atención Médica, los protocolos de pesquisa, detección temprana, diagnóstico y tratamiento para los Trastornos del Espectro Autista (TEA); j) Coordinar con las autoridades en materia sanitaria, educativa, laboral y de desarrollo social de las provincias que adhieran a la presente y, en su caso, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, las acciones necesarias a los fines de la completa inclusión de las personas que presentan Trastornos del Espectro Autista (TEA) a los diferentes niveles educativos, laborales y sociales, de acuerdo a lo establecido por la Convención sobre Derechos de las Personas con Discapacidad, aprobada por la ley 26.378.
ARTÍCULO 3° — Sin perjuicio de lo establecido en el artículo precedente, deberá preverse la participación de la Comisión Nacional Asesora para la Integración de las Personas con Discapacidad en la formulación de cualquier política pública vinculada a los Trastornos del Espectro Autista (TEA).
ARTÍCULO 4° — Los agentes de salud comprendidos en las leyes 23.660 y 23.661; las organizaciones de seguridad social; las entidades de medicina prepaga; la obra social del Poder Judicial, de las universidades nacionales, personal civil y militar de las fuerzas armadas, de seguridad, de Policía Federal Argentina; la Dirección de Ayuda Social para el Personal del Congreso de la Nación y los agentes de salud que brinden servicios médico-asistenciales, independientemente de la figura jurídica que tuvieren, tendrán a su cargo, con carácter obligatorio, las prestaciones necesarias para la pesquisa, detección temprana, diagnóstico y tratamiento de los Trastornos del Espectro Autista (TEA), de acuerdo a lo establecido en los incisos c), e) y j) del artículo 2°. Las prestaciones citadas en los incisos c) y e) del artículo 2° de la presente quedan incorporadas de pleno derecho al Programa Médico Obligatorio (PMO).
ARTÍCULO 5° — Los gastos que demande el cumplimiento de la presente ley, con excepción de los que quedan a cargo de las entidades mencionadas en el artículo 4°, se financiarán con los créditos que asigne el Poder Ejecutivo nacional en el Presupuesto de la Administración Pública Nacional.
ARTÍCULO 6° — Invítase a las provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a adherir a los lineamientos de la presente ley.
ARTÍCULO 7° — Comuníquese al Poder Ejecutivo nacional.
DADA EN LA SALA DE SESIONES DEL CONGRESO ARGENTINO, EN BUENOS AIRES, A LOS DIECINUEVE DÍAS DEL MES DE NOVIEMBRE DEL AÑO DOS MIL CATORCE.
— REGISTRADO BAJO EL Nº 27.043 —
AMADO BOUDOU. — JULIAN A. DOMINGUEZ. — Juan H. Estrada. — Lucas Chedrese.