viernes, 19 de junio de 2020

Síntomas de Depresión Sensorial



Los síntomas de depresión sensorial en animales y muchos síntomas autistas son similares. Los animales confinados a un medio ambiente estéril  son excitables y emplean estereotipos, se autoagreden, tienen hiperactividad y relaciones sociales perturbadas (Grandin 1989b; Mason 1960; Harlow y Zimmerman 1959). Un animal en un medio ambiente estéril se ocupa en estereotipos en una tentativa de autoestimularse.
¿Por qué un leopardo en una sólida celda en el zoológico y el autismo tienen similitudes? Desde mi propia experiencia, a mi me gustaría sugerir una posible respuesta. El oído y el tacto a menudo me abrumaban. Los ruidos fuertes herían mis oídos. Cuando el sonido y la sobre-estimulación sensorial se tornaban tan intensos, yo podía cerrar mis oídos y me retraía en mi propio mundo. Posiblemente el chico autista crea su propia depresión sensorial auto-impuesta.
Evadiéndome yo no pude haber recibido la estimulación requerida para un desarrollo normal. Probablemente haya anormalidades secundarias en el sistema nervioso que se produzcan como resultado de las evasiones del chico autista. Las anormalidades iniciales del proceso sensorial con las que el chico ha nacido son la causa de la evasión inicial. Los estudios de autopsia indican que las anormalidades del cerebelo se producen antes del nacimiento (Bauman 1991, Bauman y Kemper 1994). Sin embargo, el sistema límbico, el cual también tiene anormalidades no está maduro hasta que el chico tiene dos años. La posibilidad de daño secundario al sistema nervioso central puede explicar por qué los chicos jóvenes con programas educativos de intervención temprana tienen una mejor prognosis que los chicos que no reciben tratamiento especial.
Los estudios sobre animales y humanos muestran que la restricción del ingreso sensorial da origen a que el sistema nervioso central se torne sobre-sensitivo a la estimulación. Los efectos de la restricción sensorial temprana son a menudo duraderos por largo tiempo. Apoyada una pequeña taza sobre el antebrazo de una persona durante una semana para bloquear sensaciones táctiles, causará en la misma zona del brazo opuesto mayor sensibilidad (Aftanas y Zubeck 1964). Los cachorritos encerrados se vuelven hiperexcitables y las ondas cerebrales (EEG) muestran sobresaltos aún seis meses después de sacarlos del encierro (Melzack y Burns 1965). Las ondas cerebrales de los chicos autistas también muestran sobresaltos (Hutt et al. 1965). Recortando los pelos del bigote de ratas bebés causará que las partes del cerebro que reciben reflejos desde los bigotes se tornen hipersensibles (Simon  y Land 1987). Esta anormalidad es relativamente permanente. Las áreas del cerebro fueron aún anormales luego de que los bigotes les volvieran a crecer.
Quizás fuera beneficioso si los bebés autistas fueran dulcemente acariciados y “amansados” cuando ellos se ponen tercos y se evaden. A menudo me preguntaba si yo hubiera recibido más estimulaciones táctiles de chica, hubiese sido menos “nerviosa” de adulta. Acariciar a las ratas bebés produce adultas más tranquilas las cuales son más voluntariosas a explorar un laberinto (Denenberg et al. 1962; Ehrlich 1959). La estimulación táctil es vital para los bebés y ayuda a su desarrollo.


Texto original:          
My Experiences with Visual Thinking Sensory Problems and Communication Difficulties, by Temple Grandin, Ph.D.
Assistant Professor, Colorado State University.
Fort Collins, Colorado 80523, USA (Updated June 2000)
Traducido por: Dra. Ana María Liberali.



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