viernes, 19 de marzo de 2021

Subtipos y Estrategias Educativas

  Un programa de enseñanza y terapia que fue efectivo para mi puede ser doloroso y confuso para algunas personas con autismo no verbales de bajo funcionamiento, epiléptico-regresivo. Mi fonoaudióloga me forzaba a mirarla. Yo necesitaba salir bruscamente de mi mundo autista y mantener la atención. Algunos chicos con problemas sensoriales más severos pueden aislarse más porque la intrusión sobrecarga completamente su inmaduro sistema nervioso. Ellos a menudo responderán mejor a métodos de enseñanza más cordiales como susurrar suavemente a un chico en una sala libre de luces fluorescentes y distracciones visuales. Donna Williams (1994) explicó que el contacto forzado a los ojos provocó que su cerebro se cerrara. Ella afirma que cuando la gente le hablaba, “sus palabras se convertían en un revoltijo, sus voces en una masa de sonidos” (Painter 1992). Ella puede usar solamente un canal sensorial por vez. Si Donna está escuchando a alguien hablar, ella no es capaz de percibir a un gato saltando sobre su regazo. Si ella atiende al gato, entonces su percepción del lenguaje se bloquea. Ella encontró una cosa negra sobre su falda, pero ella no la reconoció como gato hasta que ella no terminó de escuchar la conversación de su amiga.

Ella explicó que si escuchaba la entonación de la conversación, ella no podía oír las palabras. Sólo puede atender un aspecto por vez. Si ella está concentrada en mirar a los ojos a alguien, ella no los puede escuchar. Otra gente con autismo ha explicado que tenían dificultades para determinar qué lengua era usada en la comunicación. Kins, un hombre con autismo, también explicó que si alguien lo miraba a los ojos: “Mi mente se ponía en blanco y se detenían mis pensamientos; era como un estado crepuscular.” Cesaroni y Garber (1991) también describen confusión y mezcla de canales sensoriales. Jim, un hombre con autismo explicó: “A veces los canales se vuelven confusos, como si los sonidos se convirtieran en colores.” Él también dijo que al tocar la parte inferior de su cara le causaba una sensación de sonido. Donna contó que a veces tiene dificultades para determinar los límites de su cuerpo. Terréese Joliffe, una mujer autista, explicó que le era más fácil aprender a través del tacto porque era el sentido que tenía más desarrollado (Joliffe et al. 1992). Donna me contó que el tratamiento de integración sensorial, consistente en frotar su piel con cepillos, la ayudaba. Aunque a ella no le agradaba la textura de los cepillos, dijo que ayudaba a los diferentes sistemas sensoriales a trabajar juntos y a hacerlo más integradamente. Su proceso sensorial también se normalizaba cuando ella se relajaba y se concentraba en un solo canal sensorial. Donna puede estar a mitad de camino entre el Tipo Kanner/Asperger y el Tipo Epiléptico/Regresivo.

 

Texto original:          

My Experiences with Visual Thinking Sensory Problems and Communication Difficulties, by Temple Grandin, Ph.D.
Assistant Professor, Colorado State University.
Fort Collins, Colorado 80523, USA (Updated June 2000)

Traducido por: Dra. Ana María Liberali.

www.autism.org

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