viernes, 12 de marzo de 2021

Tipo Regresivo/Epiléptico

  Estos individuos a menudo tienen obviamente más problemas neurológicos, y su habilidad para comprender el lenguaje es a menudo pobre. Aunque se pensaba que ellos podían pasar una prueba de oído standard de tonos puros, ellos no podían escuchar sonidos complejos del habla. Algunos de ellos no pueden seguir una simple orden como “pon un libro sobre tu cabeza”. Volkmar y Cohen (1989) fueron los primeros investigadores en identificar la forma regresiva o “tardía” de autismo. Muchos de estos chicos tienen signos de actividad epiléptica sutil, tal como fijar la mirada y “espaciarla”. Algunos de estos individuos pueden tener sensibilidad confusa y compleja; mientras que los Tipos Kanner/Asperger tienen buena receptividad del lenguaje y pueden comprender lo que la gente está diciendo. Los regresivos pueden escuchar una confusión de sonidos. Sands y Ratey (1986) describen esto como el concepto de ruido. Allen y Rapin (1993) afirman que los chicos con comportamiento autista que son totalmente mudos, sin recepción de lenguaje, tienen que ser introducidos al lenguaje a través de la modalidad visual. Algunos de estos chicos pueden aprender a hablar cuando se les enseña a leer.

Muchos chicos epiléptico/regresivos son etiquetados de bajo funcionamiento y tienen bajos scores IQ. Algunos pueden ser retardados, pero otros pueden recibir un rótulo de bajo funcionamiento porque los problemas de sus procesos sensoriales hacen dificultosa la comunicación. Las conversaciones con muchos padres indican que este grupo es más propenso a tener una respuesta favorable a la vitamina B6 magnesio, (Rimland 1988) o suplementos de Mg (Rimland 1990). Los investigadores en Francia han documentado que los suplementos de magnesio y B6 son efectivos (Martineau et al. 1985, 1986).

Los anticonvulsivos como el ácido valproico o ethosuximide pueden ser usados en el mejoramiento del habla y la habilidad para entender el lenguaje en chicos autistas no verbales de 3 a 5 años (Plioplys 1994, Gilberg 1991). Fankhauser et al. (1992) y Jaselskis et al. (1993). Ambos reportan que la clonidina es beneficiosa para problemas de comportamiento. Recientemente había habido una preocupación acerca de la seguridad de la clonidina en chicos. El Dr. Edcook reporta que la clonidina se debe dejarse de usar varios meses si es dada en forma continua. Él recomienda usarla cuando es necesario ayudar a un niño o un adulto a dormir y no darla durante el día. Uno siempre debe balancear los riesgos versus el beneficio. Ambos reportes, de padres y de Ricketts (1993) indican que la fluoxetina es usada para reducir autoagresión. Serios problemas de comportamiento a veces ocurren en la pubertad y en autistas adolescentes y los adultos pueden tener severas rabietas y agresiones. Los bloqueadores Beta como el propranolol son efectivos para reducir las agresiones severas en adultos (Ratey et al. 1987). El Dr. Ratey también ha encontrado que la risperidona controla la agresión y las rabietas a las cuales no responden otros medicamentos.

El Dr. Joe Huggins ha estado trabajando durante años con adolescentes y adultos para encontrar regímenes de medicación efectiva para rabietas y agresiones muy severas. El Dr. Huggins reporta que la risperidona puede ser dada en muy bajas dosis para ser más efectiva. Esta medicación afecta tanto a los sistemas de serotonina como de dopamina en el cerebro. Muy bajas dosis, tanto como un cuarto de la dosis normal del comienzo, son las recomendadas. Una dosis extremadamente baja afectará solamente al sistema de serotonina,  no al sistema de dopamina. Un efecto colateral adverso de la risperidona, en alguna gente con autismo, es el elevado aumento de peso. El xyprexe (olanzapina) ha sido peor en ese sentido.

Una entrevista con el Dr. Huggins indicó que él indica tres medicaciones básicas en adultos y adolescentes de bajo funcionamiento que tienen dificultades en el manejo de la agresión, rabietas o autoagresión. Ellos son risperidona, ácido valproico y propranolol. Él usa estos tres medicamentos solos o en varias combinaciones. El Dr. Huggins recomienda muy bajas dosis de 0,5 a 1,5 mg de risperidona para controlar rabietas en adolescentes y adultos autistas. La risperidona es más efectiva para la rabieta tipo Alfa, donde la agresión está dirigida a una persona específica. La dosis máxima de risperidona es de 2 mg desde prevenirla hasta entrar en el sistema dopamina. Una dosis demasiado elevada es menos efectiva para reducir la ansiedad. Para las rabietas de tipo Beta que son difusas y no dirigidas a un objetivo específico, el Dr. Huggins ha tenido buenos resultados con bloqueadores Beta como el propranolol. La gente que está acalorada y sudorosa a veces responde bien al propranolol. En personas con autismo no verbales, o pobremente verbales, el Dr. Huggins evita la mayoría de los SSRIs, como el Prozac (fluoxetina), debido a problemas con interacciones con risperidol. El Dr. Huggins prefiere celexa (citalopram) si un SSRI tiene que ser mezclado con risperidona porque es el SSRI con menores problemas de interacción.

Si al arrebato agresivo le sigue un ciclo donde va y viene, el Dr. Huggins a menudo prescribirá ácido valproico. Para la gente con autismo de bajo funcionamiento, sus elecciones básicas para medicación para control de comportamiento severo son: una baja dosis de risperidona, ácido valproico y propranolol. Para adolescentes y adultos con autismo de alto funcionamiento, uno de los SSRIs, como la fluoxetina y uno de los otros SSRI’s, es a menudo la mejor medicación a usar donde una simple medicación puede ser usada para controlar tanto a la depresión como a la ansiedad. A mucha gente de alto funcionamiento le está haciendo muy bien una simple SSRI como el Prozac (fluoxetina). El Dr. Huggins también ha reportado que una combinación de una dieta con reducción de azúcar y propranolol fue más efectiva que el propranolol solo.

Las publicaciones del Dr. Huggins pueden ser solicitadas llamando al 416-449-5511 o al 416-445-3032 (también, www.Bitermarks.com). Su cuaderno titulado “Modelo de Diagnóstico y Tratamiento para el Manejo SIB, Rabieta y otros Comportamientos Hiperadrenérgicos en la Población Autística, PDD y DD” puede ser obtenido contactando: Kerry’s Place, 34 Berczy St., Suite 190, Aurora, Notario, Canadá, L4G1W9; Fax: 905-841-1461.

Los arrebatos de agresión en adolescentes y adultos autistas son a veces causados por asimientos de los lóbulos frontal o temporal. Estos asimientos (episodios epilépticos) son a veces difíciles de detectar en un EEG (Gedye 1989, 1991). Los asimientos serían sospechados si las rabietas ocurren totalmente al azar. La mayor parte de los otros tipos de agresión o rabieta son usualmente disparadas por algún evento como frustración con la comunicación, estímulos sensoriales dolorosos o un inesperado cambio en la rutina. Si se sospecha de epilepsia, el adolescente puede responder positivamente a la carbamazepina, al ácido valproico o al divalproexato de sodio (Gedye et al. 1989, 1991). Los suplementos de calcio pueden ayudar a prevenir severos automaltratos como el vaciamiento del ojo (Coleman 1994).

Cuando una medicación es usada, deberían realizarse cuidadosas observaciones para determinar si es realmente efectiva. Como yo establecí antes, uno debe balancear el riesgo y el beneficio. Para evitar interacciones de drogas peligrosas, consultar Graedon y Graedon (1995). El jugo de uva debería ser evitado. Interactúa negativamente con ciertos medicamentos. Uno debe hacerse la pregunta: ¿Provee esta medicación suficiente beneficio para hacer correr el riesgo? En un individuo no verbal, un examen cuidadoso de la medicación es recomendado para cuidarlo de efectos dolorosos en la piel los cuales pudieron ser causados por autoagresión. Cuidarlo de las infecciones del oído, del dolor de muelas, de problemas digestivos, de dolores de cabeza y de problemas en las cavidades nasales.



Texto original:          

My Experiences with Visual Thinking Sensory Problems and Communication Difficulties, by Temple Grandin, Ph.D.
Assistant Professor, Colorado State University.
Fort Collins, Colorado 80523, USA (Updated June 2000)

Traducido por: Dra. Ana María Liberali.

www.autism.org

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario